07/09/12
En marzo de 1944 Ana describe que sus asuntos personales decide
pasarlos a segundo plano. Todo es por un supuesto robo aunque no tiene nada
concreto por que puede ser que Peter y Bep había dejado un desorden en la
oficina.
Peter todo el tiempo se pasa hablando de sus padres y de sí mismo. Las
cosas se vuelven a ser reciprocas con ellos como Ana al principio se comportaba
con Peter ahora él es quien se ha vuelto
insoportable.
Margot es muy amable con Ana pero ella tiene desconfianza de ella. La
melancolía reina en la casa y en la comida. Sin duda también la alimentación la
tiene sin cuidado.
Las suposiciones y pronósticos se deben a que el señor Kugler ha sido
citado para seis días de trabajos forzados. Mientras que Bep se enferma de
resfriado y el medico solo los atiende por llamadas y de esa manera todas las
conversaciones de dan de manera telefónica.
A sus catorce años Ana sabe perfectamente que es lo que quiere, puede
distinguir lo que anda mal y lo que es correcto y se considera una persona
independiente. La confianza que Margot tenía con Ana era demasiada y en sus
cartas expresaba sus sentimientos hacia Peter y que solo era de amistad y nada más.
Después de un tiempo sin hablar de política por fin dedica un momento
para hablar del tema.
El clima político en general es muy variable. Sobre la invasión, los bombardeos,
los discursos, la radio, etc.
Su mamá de Ana llega a pensar que Peter está enamorado de ella, por sus
diferentes conductas, la forma en que la mira, pero ella es tan astuta que
puede ocultar sus sentimientos.
En la emisión de la Holanda de
Ultramar, el ministro Bolkeisten dijo que después de la guerra se recopilarían
cartas y memorias de esa época. Diez años después de la guerra, un libro sobre ocho judíos en su
escondite, describiendo su manera de vivir, de comer de hablar, sus cuestiones
personales y demás son muy pocas cosas de saber de ellos.
Los robos se incrementan, el temor por los ataque de bombardeos, las
epidemias, hay hambre, los hombres son enviados a trabajar a Alemania.
Afortunadamente muy pocos holandeses han escogido el bando equivocado.
Los alemanes han ocupado Hungría, allí todavía hay un millón de judíos
que seguro pasaran malos momentos.
Las opiniones de Ana se hacen cada vez más maduras, con Peter por
ejemplo hablaron sobre el tema de la menstruación. El piensa que las mujeres
son muy resistentes por aguantar la pérdida de sangre.
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