diario

09/09/12

Una tarde en el  “Cáliz”

Soy un hombre de acción, me gustan las aventuras,  mis amigos el Oso, el Pelos, Alejandra y la Torta  son iguales.

Entonces les propuse ir al Cáliz, lugar frecuentado por todo tipo de chavos, hasta los más fresas  llegan, ansiosos de tomar, sin embargo las expresiones musicales totalmente ajenas  a su ambiente.

Fue un jueves de semana santa, el Cáliz, estaba a reventar como si fuera su aniversario. No encontrábamos explicación alguna de porque estaba así este día, lo más indicado tal vez por ser vacaciones o había alguna promoción.

Entramos, estaba a reventar y fuimos derecho al piso elevado porque abajo estaba más lleno. Ocupamos una mesa en el balcón y con muy poco espacio para bailar, Alejandra estuvo observando al público y nos dijo ahora entiendo porque hay tanta gente, hay  ficheras, nos dice; le explique, no lo son, aunque puede haber algunas pero no están trabajando solo se están divirtiendo como nosotros.

Sin duda me dijo tienes razón y porque juzgar a lo demás, total es cierto venimos a divertimos y hay que hacerlo, aunque solo era una mujer y nosotros 4  pusimos el ambiente.

Y las horas pasaron. Cuando nos dimos cuenta ya éramos más en la mesa, nuevamente comenzamos a bailar y a hacer una rueda, poco a poco cada uno de mis amigos, empezó a platicar en privado con las chicas que ahora se encontraban con nosotros.

Eran como las 3 de la mañana, a esta hora cada quien tenía su propia pareja, cada quien había conocido a nuevas personas. Evelyn una chica, cachonda, hermosa y provocativa, bailaba conmigo, nos mirábamos y le decía en este momento solo eres mía como mi pareja y nada más.

Las cosas se fueron subiendo de tono cada vez más, que hasta me ponía a temblar, las caricias y besos que nos dimos, fueron tan esplendidos, que no nos queríamos despedir. Con el ultimo platillazo la luz se apagó por un instante, esto era seña que la fiesta se había terminado.

Le pregunte ahora que prosigue, pues no se tu dime, sin duda le hice la proposición de ir a mi departamento a continuar la fiesta, así mismo le dije que podía invitar a sus amigas, o si  solo quería ir ella adelante.

Comentando con mis amigos, también tenían planes de seguir el ambiente, no se habló más y nos fuimos a mi depa, a seguir pisteando.

Ya con mayor tranquilidad y en un ambiente más ligero, me decidí hablarle a Evelyn seriamente, y me contesto es mejor como amigos y nada más.

La mayoría perdió el control, hasta que ya no supimos ni qué onda. Hasta que todos quedamos durmiendo.

Solo fue un día de Cáliz más.