domingo, 2 de septiembre de 2012


Reporte de lectura
El libro “diario de Ana Frank”

Nos narra una historia de una niña judía con una corta vida.
El diario de Ana, fue un regalo para su cumpleaños número 13 el 12 de junio de 1942. A partir de entonces, Ana nombra a su diario “Kitty” y le confía todo cuanto le ocurre. El diario inicia cuando Ana aún está en la escuela; cuando todo aun marchaba bien. Tenía ganas de tener una verdadera amiga para esto quería hacer de su diario algo diferente y es cuando decidió el nombre de “kitty“ para su diario.

Comienza a hablarnos de la relación que lleva con su familia y de cómo se estaba viviendo en esa época. Pasando mayo de 1940, la buena época quedaba cancelada definitivamente, pues había estallado la guerra, después vino la rendición de Holanda, los invadieron los alemanes y así comienza el sufrimiento para los judíos en ese país. Iniciaron a poner bastantes medidas y muchas privaciones de libertad; las compras debían hacerla en tiendas y negocios judíos; no tenían derecho de utilizar el tranvía ni utilizar bicicletas; los niños debían estudiar en escuelas especiales y no tenían derechos como el resto de la población.

El día primero de julio conoce a Hello lo cual parece indicar que él se ha enamorado de ella. Margot afirma que el es un buen chico, así mismo su mama también se la pasa diciendo que es muy guapo, educado y simpático. El hecho  de que a toda su familia le agradara la llena de alegría.

Poco tiempo después, Ana recibe la noticia de que deben esconderse, pues la SS ha citado a su hermana Margot y a su padre. Comienzan a empacar estrictamente lo necesario ya que tenían que desaparecer, al día siguiente caminan bajo una fuerte lluvia sus padres también llevan una bolsa de provisiones repleta de cosas que habían comprado. Son ayudados por Miep, una chica que trabajaba en el almacén y el escondite estaba en las oficinas de su papa.
El edificio estaba constituido por: la planta baja en donde hay un gran almacén que sirve como depósito  de mercancías y se encontraba dividido en diferentes secciones. Después el cuarto de las provisiones, su anexo sirvió de escondite para la familia. Dicho escondite era una especie de departamento pequeño de dos pisos en la parte superior de la casa. Para disimular la puerta que daba al anexo, colocaron un librero giratorio. Las reglas para vivir allí eran muy estrictas, pues debían mantener silencio cuando los trabajadores estuvieran en la oficina.

Junto con la familia Frank, conformada por la Sra. y el Sr. Frank, Margot y Ana,  vinieron a vivir los van Daan: el Sr. y Sra. van Daan y su hijo Peter. Ana lleva mala relación con la Sra. Van Daan, quien pretende educarla, así como con Peter, a quien considera flojo y apático, pues él es muy reservado.

El señor y la señora van Daan han reñido de una manera inusitada. Son  momentos difíciles para Ana, porque su papá y mamá no pensarían jamás en gritar así. No todo es miel entre la señora van Daan y su  mamá; existen desde luego razones para quejarse.
Los hombres de la conflictiva familia van Daan se decidieron a construir una despensa muy funcional, y para ello usaron madera barnizada. Le pusieron, además, verdaderos mosquiteros. Primero este mueble fue puesto en la habitación de Peter, pero, como el desván es más fresco terminaron llevándolo ahí.

El Sr. Kleiman suministra libros cada 15 días. Especialmente escritos para niñas. Los primeros meses son difíciles para Ana, pues tiene una mala relación con su madre, con Margot y con la Sra. Van Daan. Ana se siente triste frecuentemente cuando riñe con su madre a quien considera dura, sarcástica y desordenada. Exterioriza que ama a su padre más que a nadie en la familia y espera de él su aprobación.

Los días son cada vez más silenciosos. Levinsohn, un joven químico y farmacéutico judío, trabajaba en la cocina de las oficinas para el señor Kugler y conoce el edificio como su palma de su mano; temían a que un día el los descubriera.
El día 29 fue su cumpleaños de la señora van Daan  no pudieron festejárselo en grande, le hicieron una cena especial, le dieron flores y regalos.

Muchos de sus amigos judíos fueron embarcados por docenas de la Gestapo. Fueron llevados en furgones de ganado a Westerbork, el gran campo para judíos en la provincia de Drente. Miep les con conto que una vez alguien había logrado escapar de Westerbork; debe ser una pesadilla; la gente se la pasa casi sin nada que comer o beber; cienos y cientos son obligados a bañarse en un solo cuarto y faltan los sanitarios, prácticamente  el lugar es muy insalubre. Hombres, mujeres y niños juntos.

El padre de Ana enfermó de una erupción y una fuerte fiebre, lo cual representaba un problema serio, pues no podían ir con doctores.
El 9 de noviembre de 1942 los ingleses anunciaron que Argel, Marruecos, Casablanca y Orán han caído y ahora esperan el turno de Túnez.. Todos en el anexo esperan que esto sea el principio del fin.

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